¿Experimentás el Sindrome del impostor?

Muchas titulaciones, especializaciones, floridos Curriculums Vitaes con nombres rimbombantes y siempre con connotaciones positivas… y ahí estás vos, tratando de hacer el tuyo y, como te dicta tu esencia, tratando de no distorsionar ningún dato. Y te sentís tan poca cosa, los cambios de trabajo te tiran abajo, sentís que hiciste tan poco, que si alguien te contrata, al poco tiempo se va a dar cuenta de que sos un fraude.

-¡Ayuda!, gritás por dentro.- ¡Yo no debería estar aquí! ¡No sé todo lo que debería saber! ¡No estoy a la altura! ¡Se van a dar cuenta en cualquier momento!

¿Alguna vez lo pensaste? No estás sol@.

Micaela, 26 años, brillante y apasionada, me manda por WhatsApp un artículo en el que Michelle Obama habla de que sufrió el “Sindrome del impostor” -¡Yo tengo eso!, me dice.

Leemos palabras de la ex primera dama de EEUU: “Las niñas y las mujeres llevamos tantísimo tiempo escuchando que nuestro sitio no está en el aula, en la sala de reunión o donde se toman grandes decisiones que, cuando conseguimos llegar a esos sitios, no paramos de cuestionarnos una y otra vez. Nos sentimos inseguras, no tenemos claro que merezcamos estar ahí. Dudamos de nuestras ideas, de nuestras capacidades y de las razones para estar donde estamos. Incluso cuando somos nosotras las que sabemos más, no podemos evitar hacernos pequeñitas y no afirmarnos con toda nuestra fuerza”.

Tod@s de vez en cuando nos sentimos así, y muchas veces las personas muy concienzudas, capaces y lúcidas, porque pueden ver el “todo” que podrían saber para dominar un tema. Caen en el perfeccionismo. Y se asustan. Tienden a a minimizar y subestimar el éxito, son incapaces de asimilar sus logros.

Y qué decir de las mujeres, como pone en relevancia Michelle Obama, y también Emma Watson y Michelle Pfeiffer. Y qué decir de las personas con múltiples intereses, que varias veces en su vida se encuentran comenzando una actividad que nunca antes habían hecho en el ámbito laboral.

Según el Diccionario de la Real Academia Española, un impostor es «una persona que se hace pasar por otra persona o por lo que no es”. ¿Es lo que intentas? No, sé que tratás de ser auténtic@. El sólo hecho de que te estar preocupando sobre si sos un impostor, es garantía de que no lo sos.

El problema con el mundo es que los estúpidos están seguros de sí mismos y los inteligentes llenos de dudas.

Bertrand Russell

Te invito a trabajar en vos mism@ para identificar y gestionar este síndrome limitante, y, te paso estos tips:

  • Cuando tengas el sentimiento de ser un “impostor”, escribí (te aseguro, lograrás verlos desde otra perspectiva) ¿Qué situación me disparó este sentimiento? ¿Qué creencia negativa sobre mí me surge a partir de esta situación, qué me dice este implacable crítico interno? ¿Qué pruebas tengo de lo contrario, con qué palabras le demuestro a ese crítico interno que no tiene razón?
  • Está bien no ser perfecto. Todos estamos aprendiendo todo el tiempo.
  • Tomá conciencia de que, aunque no te parezca, otras personas que te rodean presencial o virtualmente, se están sintiendo igual que vos.
  • Hablá acerca de tus vulnerabilidades con otras personas, no tengas vergüenza, mostrar tus flaquezas no te hace débil, sino al contrario, demostrás fortaleza profunda ¿Cómo te sentirías cuando alguien a quien respetás se abre sobre sus propias luchas, y descubrís tienen las mismas dificultades?
  • Sonreí irreverentemente ante tantos “títulos”. Estos se han convertido casi un ritual de iniciación que te habilitaría a  decir “yo soy esto”, “yo soy experto en esto”. Salvo cuando alguna profesión lo regula, vos decidís y declarás lo que “sos” (escritor, filántrop@, cociner@, ceramist@, “un poco de todo” o polímata). Las nuevas tecnologías han facilitado este tipo de “carreras” ¿no te parece?

 

Es tu turno, me quedo escuchándote 🙂

 

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Add Comment *

Name *

Email *

Website